Entrevista Aro Sáinz de la Maza
Os presenté hace poco las novelas de Aro Sáinz de la Maza, El Asesino de la Pedrera y El Ángulo Muerto. Ambos me han dado ganas de descubrir de nuevo a mi maravillosa Barcelona, sin hablar de lo interesante que son los casos. Por eso decidí encontrar al autor, Aro Sáinz de la Maza, y intentar daros el deseo de descubrir el universo del inspector Milo Malart.
Clandestina
– Primero de todo, Aro, ¿quién eres?
Aro
Sáinz de la Maza -
Actualmente soy un autor que a lo largo de mi vida he tenido que
hacer diferentes trabajos para financiar mi carrera de escritor, como
la mayoría de autores. Y eso incluye todo tipo de tareas editoriales
como editings,
lecturas, correcciones, traducciones… Como ves, siempre trabajos
relacionados con el libro.
Clandestina
– Cuéntanos tu pasión por las letras y lo que te ha dado el
deseo de escribir.
Aro
Sáinz de la Maza - La vocación surgió a edad muy temprana. Era
un niño muy tímido, y encontré refugio en los libros. Leía todo
lo que pillaba por casa, desde los clásicos a las novelas del oeste,
pasando por los típicos bestsellers norteamericanos o los libros de
poesía. Poco a poco me fui preguntando por los mecanismos para
contar una historia, y empecé a desmontar cada libro que caía en
mis manos para averiguar su funcionamiento. Como es lógico, acabé
con un lío monumental en la cabeza. ¡Era muy joven para asimilar
tantos géneros y tan diferentes! Como anécdota, te contaré que
solía suspender en clase de Lengua a la hora de hacer redacciones.
Por suerte, un día tropecé con Raymond Carver y eso me ayudó a
poner orden en el caos. Entonces no fui consciente, pero hoy sé que
aquel encuentro cambió mi vida por completo: avivó el deseo de
escribir y me enseñó cómo quería hacerlo.
Clandestina
– Has publicado novelas infantiles y juveniles. ¿Porqué
cambiar de género y pasar a la novela negra?
Aro
Sáinz de la Maza - Muy sencillo: porque mi hija creció. Me
explicaré. Antes de que ella naciera ya había escrito varias
novelas. Entonces mi hija llegó a este mundo y me propuse, como un
juego, contarle las historias que se me ocurrían. Luego las pasé al
papel y tuve la fortuna de publicarlas. A medida que ella crecía,
fui pasando por los diferentes tramos de su edad, infantil, juvenil,
y formatos, cuentos, novela. Y cuando llegó a la preadolescencia y
perdió interés en el juego… en fin, tuve que buscar otro género,
uno más oscuro para aliviar mi depresión. Es broma, claro. De
hecho, fue una transición natural. Si lo piensas bien, los dos
géneros tienen mucho en común…
Clandestina
– Ya tenemos dos casos con el inspector Milo Malart, El Asesino
de la Pedrera y El Ángulo Muerto. Malart es un protagonista muy
singular, algo antisocial. ¿Porqué eligir tal personaje para
resolver esos casos?
Aro
Sáinz de la Maza - Tardé mucho tiempo en conocer a Milo Malart.
Tenía toda la novela estructurada, lista para ser escrita, pero me
faltaba el protagonista. Hasta que caí en la cuenta de que una de
las claves de su personalidad era ser escurridizo como una anguila.
De ahí que tardara tanto tiempo en atraparlo. No le gusta hablar de
sí mismo, es poco sociable, puede parecer contradictorio de cara al
exterior a pesar de poseer una rara coherencia interna, siente
predilección por oponerse a casi todo con lo cual recibe bofetadas
por todos los lados, es un descreído, impredecible, ingobernable,
eficaz en su trabajo, poco amigo de las medallas... Todavía hoy no
lo conozco por completo y hay aspectos suyos que me siguen
sorprendiendo. No sé, a veces tengo la impresión de que fue Milo
quien me eligió y no al revés…
Clandestina
– Si no la hemos visto en El Asesino de la Pedrera, Malart nos
muestra su lado humano en El Ángulo Muerto gracias a un perro.
¿Dirías que los animales ayudan a humanizarnos?
Aro
Sáinz de la Maza - ¡Pero sí vimos su lado humano en «El
asesino de La Pedrera»! Milo cuidaba de su familia, de sus amigos.
Lo que pasa es que no lo dice, pero sí lo hace. Es algo que quise
mostrar con más claridad en «El ángulo muerto». Y sí, tienes
razón, un animal nos ayuda a ser más humanos porque la relación no
se basa en palabras, sino en hechos. Es algo más espontáneo y
sincero, más instintivo, sin dar pie a malas interpretaciones o
suspicacias, de manera natural y sencilla.
Clandestina
– En el primer caso, un asesino sigue el camino de Gaudí para
exponer los cuerpos de sus víctimas. ¿Encontraste con eso una
manera de recordanos el misterio que envuelve la obra de Gaudí?
Aro
Sáinz de la Maza - No solo, sino también. Escogí la figura de
Gaudí por muchos motivos: por el enigma que encierra, por lo que
representa su obra en una ciudad como la Barcelona actual, por la
psicología que se adivina detrás del genio, por la controversia que
todavía hoy despierta su vida y su obra, por la atracción que sigue
despertando entre los estudiosos y la gente en general, por la
idealización de la Barcelona gaudiniana en contraste con la ciudad
real… Gaudí fue la pieza clave, la pieza que hacía encajar todas
las demás.
Clandestina
– Barcelona queda una protagonista de tus novelas. En El Ángulo
Muerto, se trata de una Barcelona enfrentando la crisis actual, con
toda la gente que se puede encontrar hoy en día en esta ciudad, que
van de la elite a la pobreza extrema pasando por la pobreza media o
sea la gente que intenta luchar con sus pocos medios. ¿Qué salida
esperas, imaginas, para salir de todo esto y que ya se acabe esa
crisis?
Aro
Sáinz de la Maza - La salida que espero, que esperamos todos, no
depende de nosotros. Soy muy pesimista al respecto. En mi opinión,
solo somos fichas en un tablero. Los jugadores, los que realmente
deciden y pueden cambiar las cosas, son el mercado, el sistema, el
gran capital, llámalos como quieras. Y no las van a cambiar porque
les sigue interesando que todo esto se prolongue. Obtienen grandes
réditos de poder con esta situación. Me temo que, hoy por hoy,
nadie puede pararles los pies. Todo cambiará cuando a ellos les
convenga y solo cuando a ellos les convenga.
Clandestina
– Queda claro que Malart odia a los políticos. ¿Que piensas
de ellos?
Aro
Sáinz de la Maza - Más que odiar, Malart desconfía de ellos.
¿Por qué? Porque como norma, según él, todos ellos tienen amos a
quienes deben rendirles obediencia. Y sus amos no son los votantes
precisamente. Cada norma tiene su excepción, claro está, pero es lo
que piensa Milo. Y en estos temas, Milo Malart tiene las ideas mucho
más claras que yo.
Clandestina
– Desde mi punto de vista, los casos de Malart podrían
convertirse en una pelí. ¿Te gustaría?
Aro
Sáinz de la Maza - Sería genial ver a Milo en acción fuera de
mi cabeza. Y oírlo en un cine. Sí que me gustaría, sí. Entre
otras cosas porque creo que sería una buena manera de librarme del
diván de un psiquiatra…
Clandestina
– El Asesino de la Pedrera es un verdadero éxito en Francia.
¿Cómo lo explicas?
Aro
Sáinz de la Maza - Prefiero no buscar las razones y disfrutar el
momento. Es algo tan increíble y fantástico que me temo que, si
tratara de explicármelo, despertaría del sueño y descubriría eso,
que todo ha sido un sueño.
Clandestina
– Unas fuentes muy bien informadas me han dicho que tendremos
un tercer caso Malart. ¿Será verdad?
Aro
Sáinz de la Maza - Pues en efecto, tus fuentes te han informado
bien. Es cierto. Milo me tiene trabajando duro en su tercer caso, un
caso realmente complicado. ¿Para cuándo? Eso es lo que me gustaría
saber a mí. Conociendo a Malart, y su tortuosa forma de
investigación, es un absoluto misterio…
Clandestina
– Después de la Barcelona de Gaudí y la de la crisis, ¿nos
puedes decir cúal vamos a tener en este tercer caso?
Aro
Sáinz de la Maza - Secreto
de sumario. Lo que sí te puedo avanzar es que no será ni la una ni
la otra, sino una tercera por completo diferente y… hasta aquí
puedo leer.
Clandestina
– A ver ahora si tienes otros proyectos.
Aro
Sáinz de la Maza - Todos mis proyectos tienen que ver con la
serie Milo Malart. Y cuando digo todos, me refiero a todos. Milo me
tiene tan atrapado que no me deja pensar en otra cosa.
Clandestina
– Ya se acaba esta entrevista. Te dejo la palabra final...
Aro
Sáinz de la Maza - ¿La palabra final? Me gustaría darles las
gracias a todas las personas que han leído el primer caso de Milo
Malart. Sin ellas no habría existido el segundo caso, y por tanto
tampoco el tercero. Es decir, nada de esto sería posible. De ahí mi
gratitud. Porque en realidad, son precisamente las lectoras y los
lectores quienes tienen la palabra final.
Muchas
gracias Aro por tu tiempo y cariño.
Esperando ya la próxima
novela;-)
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